viernes, 31 de enero de 2014

Desconocidos asesinan a empleado de gasolinera en Huitziltepec

José Luis Domínguez y Emilio Escobar


* Vestidos de negro y armados, exigieron que se les llenara con gasolina cuatro bidones de mil litros cada uno

Sujetos desconocidos asesinaron a un despachador de una gasolinería de Huitziltepec y robaron 4 mil litros de gasolina.

El asesinato ocurrió minutos después de las 11 de la noche en la carretera a Ixcaquixtla, a la altura del km 12, donde se ubica el negocio.

De acuerdo con las primeras declaraciones, al filo de la medianoche cuatro individuos vestidos de negro y armados irrumpieron en el comercio y exigieron que les llenaran 4 bidones de 1000 litros cada uno.

Posteriormente maniataron al empleado de turno y lo apuñalaron a la altura del pecho. El empleado, de nombre Héctor Carrera Cervantes, murió más tarde en el lugar.

Una vez que llenaron sus bidones y el tanque de un vehículo, los individuos se dieron a la fuga en una camioneta tipo pick up, doble cabina en color blanco, con dirección a La Colorada, sobre la carretera estatal.

Precisiones sobre el crimen

Más tarde, el agente del Ministerio Público de Tecali de Herrera informó que el empleado de la gasolinera que fue asesinado la madrugada de este viernes, no fue apuñalado, sino que los responsables le dispararon en varias ocasiones con rifles AR-15.

Así quedó asentado en la averiguación previa 24/2014/Tecali, que se inició a la 1:45 de este día, tras efectuar el levantamiento de cadáver de Héctor Cabrera Cervantes, quien contaba con entre 25-30 años de edad.

Su cadáver fue encontrado en el interior de una oficina de la gasolinera de Santa Ana Coapan, en el kilómetro 12 de la carretera La Colorada-Ixcaquixtla, amarrado de pies y manos con cinta canela, y con varios impactos de arma de fuego.

Una de las tías de Cabrera Cervantes declaró que el ahora occiso estaba trabajando de manera normal, cuando llegó una camioneta blanca de la que descendieron cuatro sujetos que le entregaron cuatro bidones de mil litros de capacidad cada uno, los cuales le exigieron que llenara, además del tanque de su unidad.

Con el combustible en su poder, lo llevaron hasta la oficina donde lo ejecutaron, para luego escapar con rumbo hacia Tepeaca.